Medir una finca consiste en representar gráficamente el contorno (linderos) y elementos ubicados dentro de una parcela a partir del levantamiento de los mismos mediante instrumentos topográficos asegurando una gran precisión tanto en la medición de superficie como en su georreferenciación.
Los casos más comunes en que sería necesario medir una propiedad:
- Compra o venta: este es el ejemplo más claro en que se requiere medición ya que el precio final de la finca dependerá de su superficie.
- Discrepancia en Catastro y/o Registro: en este caso existe una diferencia importante entre la superficie real (medida) y la contemplada en Catastro y/o Registro. Con la realización de un informe topográfico podemos aportar la medición real de nuestra finca para solicitar la modificación en el Catastro y/o el Registro y poder subsanar esa falta de coincidencia entre superficies.
- Segregación: para solicitar la licencia de segregación al Ayuntamiento del Municipio donde se encuentre la finca, será necesario aportar un Proyecto de Segregación, apoyado en un levantamiento topográfico donde se exponga la situación actual y la situación tras esa segregación, cumpliendo la normativa urbanística del Ayuntamiento correspondiente .
- Herencia: para poder realizar particiones con precisión sobre fincas objeto de herencia, es necesario realizar la medición de la finca para poder dividirla en las partes necesarias, o en el caso de varias fincas para poder conocer la superficie de cada una de ellas y poder obtener una tasación más precisa en base a la medición real.
- Arrendamiento: similar al caso de compra o venta, se paga en función de la superficie, por tanto cuanto mayor precisión tengamos a la hora de conocer la superficie, más justo será el precio del pago por el arrendamiento de esa finca.
Estas mediciones se llevan a cabo mediante instrumentos topográficos, como los sistemas GNSS-GPS, y las Estaciones Totales, garantizando precisiones centimétricas a los linderos de nuestras fincas.